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Jornada Segunda

[Escena 4]

179r

Entra Don Ambrosio.

Amb. Por ti virgen hermosa esparce ufano, 200 1270
contra el rigor con que amenaza el cielo,
entre los surcos del labrado suelo,
el pobre labrador el rico grano.
Por ti surca las aguas del mar cano 201
el mercader, en débil leño 202 a vuelo,1275
y en el rigor del sol como del yelo
pisa alegre el soldado el risco y llano.
Por ti infinitas veces, ya perdida
la fuerza del que busca y del que ruega,
se cobra y se promete la vitoria.1280
Por ti báculo fuerte de la vida
179v tal vez se aspira a lo imposible, y llega
el deseo a las puertas de la gloria.
¡Oh esperanza notoria,
amiga de alentar los desmayados,1285
aunque estén en miserias sepultados!

Entra Cristina.

Cri. [Aparte] Habrá fiesta y regodeo,
y la parentela toda
vendrá sin duda a la boda.
Amb. [Aparte] Mi norte 203 descubro y veo.1290

[a Cri.] ¡Oh dulcísima Cristina!
Cri. [Aparte] De alcorza 204 debo de ser.
Amb. Tribunal do se ha de ver
lo que el Amor determina

en mi contra o mi provecho.1295
Cri. ¡Estraña salutación!
Amb. La lengua da la razón
como la saca del pecho.

Pero vengamos al punto:
mi esperanza ¿cómo está?1300
¿Ha de morir? ¿Vivirá?
¿Contaréme por difunto?

¿Dificúltase la empresa?
¡Presto que me vuelvo loco!
Cri. Idos señor poco a poco:1305
que preguntáis muy apriesa.

Amb. Más apriesa me consume
el vivo incendio de amor.
Cri. En sólo un punto el rigor
suyo se abrevia y resume:1310

y es que puedes ya contar
a Marcela por casada.
Ya no es suya; ya está dada
a quien la sabrá estimar.

Amb. No me digas el esposo,1315
que sin duda es don Antonio.
Cri. Levantas un testimonio
que pasa de mentiroso.

¿Con su hermana? Amb. ¡Ah [Cristinica]!
¿Qué es eso? Cubierta y pala1320
con que una obra tan mala
se apoya y se fortifica. 205

Cri. ¡Que es con su primo! Amb. ¿Qué es esto
cielo siempre soberano?
¿Hoy primo el que ayer fue hermano?1325
¿Cámbiase un hombre tan presto?

Cri. Digo que es un peregrino,
primo suyo y perulero 206
de tan soberbio dinero,
que de las Indias nos vino.1330

De oro más de cien mil tejos
se sorbió el mar como un huevo
deste peregrino nuevo,
que no está de ti muy lejos

porque vesle allí dó asoma.1335
Amb. ¡Y que esto en el mundo pase!
Cri. Puesto que antes que se case
entiendo que ha de ir a Roma

Entran Cardenio Torrente y Muñoz.

Amb. ¡Embustero y perulero,
atrevido e insolente!1340
¿Por qué te haces pariente
de la vida por quien muero?

Tor. [Aparte] ¡Descornado se ha la flor! 207
¡Perecemos! Muñ. [Aparte] ¡Malo es esto!
¡La traza se ha descompuesto1345
al primer paso! Car. Señor

no te entiendo, ni imagino
por qué tan acelerado
la maldita has desatado 208
180r contra un noble peregrino.1350

Muñ. ¡Quien dijere que yo di
lista a nadie mentirá,
cuantas veces lo dirá.
¡No sino 209 lléguense 210 a mí,

que fabrico en ningún modo1355
castillos mal prevenidos!
Tor. [Aparte] Antes de ser convencidos
éste lo ha de decir todo.

¡Oh levantadas quimeras 211
en el aire¡ cual yo dije.1360
Amb. Por el Cielo que nos rige,
que si acaso perseveras

en el embuste que intentas,
primero que en algo aciertes,
ha de ser una y mil muertes1365
el remate de tus cuentas.

¡Vuélvete a tu Potosí! 212
¡Deja lograr mi porfía!
Car. [a Tor.] Aquéste ya desvaría.
Tor. [a Car.] Así me parece a mí.1370

Cri. [Aparte] Don Francisco y mi señor
son éstos: ¡pies a correr!

Éntrase Cristina. Salen Don Francisco y Don Antonio.

Fra. [a Ant.] Todo aqueso puede ser:
que a más obliga el rigor

de un celoso, 213 si es honrado1375
como el padre de Marcela.
Amb. [Aparte] Éste es el que urdió la tela 214
que tan cara me ha costado.

¿Qué rigor de estrella ha sido
señor don Antonio, aquel1380
que de piadoso en crüel
contra mí os ha convertido?

¿Y qué peregrino es éste,
tan medido a vuestro intento,
que queréis que su contento1385
a mí la vida me cueste?

Mía es Marcela, si el cielo
quisiere y si vos queréis:
que en vuestra industria 215 tenéis
de mi mal todo el consuelo.1390

No es desigual mi linaje
del suyo, y su padre creo
que deste igual himeneo
no ha de recebir ultraje.

Si él la escondió en vuestra casa1395
por quitármela delante,
ved si acaso sois amante,
lo que el alma ausente pasa.

Fra. [Aparte, a Ant.] Éste habla de Marcela
[Osorio], y no de tu hermana.1400
Ant. [Aparte, a Fra.] La presumpción está llana.
Gran mal mi alma recela.

[a Amb.] Desta vana presumpción
y mal formados antojos,
os han de dar vuestros ojos1405
la justa satisfación.

Veníos conmigo y veréis
en el engaño en que estáis.
Amb. Si a Marcela me lleváis,
al cielo me llevaréis.1410

Éntrase Don Antonio, Don Francisco y Don Ambrosio.

Quedan en el teatro Muñoz, Torrente y Cardenio.

Car. ¡Ah Muñoz, con cuán pequeña
ocasión habéis temblado!
Muñ. Temo de verme brumado 216
y molido como alheña. 217

Temo que mis trazas den,1415
mis embustes y quimeras, 218
con mi cuerpo en las galeras,
que no le estará muy bien.

Tor. Sin apretaros la cuerda 219
os descoséis. ¡Mala cosa!1420
Muñ. La conciencia temerosa
de los castigos se acuerda.

Pero desde aquí adelante
pienso ser mártir, y pienso
180v que paga a la culpa censo1425
con temor el más constante.

Pésame que fue la lista
de mi letra y de mi mano,
y este temor que no es vano
todas mis fuerzas conquista.1430

Tor. Vamos a ver en qué para
el comenzado desastre.
Muñ. Aquella bayeta y sastre
nunca el cielo lo depara.

Éntranse todos [Muñoz, Torrente y Cardenio] .

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